23/6/08

Confesión a una piedra indiferente

Confesión a una piedra indiferente


Prematuro corazón puesto en cautiverio,

Auto privado de andante libertad

Aprisionado en barrotes carnosos contraídos bajo el infame destino

Corazón soliviantado como angustioso animal confinado

Por consiguiente;

Catorce años tomando miradas de las cuales fabricaba veneno

Apartándose, automarginándose

Endulzando su propio destierro en hostigoso silencio

Producto de mi temeroso infante negado a crecer

Pues indirectamente la culpa la he hecho tan mía como le sentí alguna vez

Alguna vez digo porque tarde creo ya es

Y en silencio de hojas de otoño

El viento susurra a mi lado

Y yo frente a ti, pero tú en eternidades frente a mí

Nadie sabe donde estas

Nadie sabe si volverás

Ni la vida en verdosa textura que crece frente a ti, sabe de ti

Terriblemente aquí no estas

Sin embargo aquí estoy frente a ti

Pero tú en eternidades frente a mí

Aquí estoy consolando mi corazón,

Meciéndolo en la mas hermosa mentira con sus cabellos de ilusión

Más en lo profundo de mí

En esa no-alma, en las profundidades eternas, tal cual vacío abismal

Que siquiera en milenios ha de ser llenado

Donde las paredes son la esencia del yo

Ahí existe un pequeño “perico, un flacucho perico”

Un niño que a ratos solo pide una roñosa manta para cubrirse en la inmensidad de la penumbra

Un niño que clama por un embalsamado engaño en forma de vela llameante y candente

Para Tan solo que ilumine su estancia inmortal eterna y cíclica

Aun frente a ti, y tu en eternidades frente a mi

Aun sigo aquí, sin embargo no estas aquí


Jonathan E.

2 comentarios:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Alguien en estos días me regaló esto: "No retengas a nadie... si se ha de ir... ¡Déjalo ir!" y yo te lo regalo porque he leído: "Y yo frente a ti, pero tú en eternidades frente a mí"

Saludos desde Medellín

ángel dijo...

Ha sido una sorpresa llegar a tu blog, tus letras que hoy descubro.


Saludos...