Atrapado Eternamente

Atrapado eternamente, donde almas desvanecen lentamente en el olvido, inquietantes día y noche, intentando derribar el muro de incertidumbres. Sin embargo todo esfuerzo es vano, aun me encuentro en medio de la miseria, y mas allá por ese angosto camino funesto desde siempre, rodeado de álamos ruidosos forzados por el viento que roza cada una de sus opacas hojas, allí casi al final de aquel camino, internado en el bosque que descansa a un costado, justo ahí, aun se encuentra el sepulcro y su epitafio, los gusanos ansiosos de rasgar mi piel, deseosos de putrefacción, acuciosos de carne, carne humana que por siempre estropeara la sutil emoción, sin duda es la senda de la condenación, donde sigilosa ilusión predomina, donde el amor y la gloria danzan al compás de la imaginación, amor y gloria que vestimos a nuestro antojo, que anhelamos en cada momento, no son nada mas que lejanos destellos, destellos entre penumbras, vagos y apartados. El acompasado latido del corazón funciona en pos de la degradación, Este es el último castigo antes de que nuestros parpados caigan por el peso de nuestras mentiras que solo buscaron beber de la fuente de la verdad,También buscamos serenidad en el barullo, buscamos el amor y luctuosamente encontramos su oposición. Solo un pétalo de liberación con suave esencia de amor, Solo una maldita flor que esboce un poco de compasión. Ahogados en un bravo mar de mentiras, que sacude sus olas y osadamente nos maltrata como si fuéramos peñascos. La confusa melodía de la vida y su eterna cadencia, la confusa melodía de la vida nos ordena a caer en desesperación, en ese momento esta la puta y una botella de licor en aquella perturbada habitación. Cada hora muerta es parte de la condena, cada hora, cada minuto, y cada segundo.




Jonathan E.

Usted

Eres de Belleza sutil
Piel de rocío en madrugada
Pero de una concepción minuciosamente complicada,
Dedicada, Cuan misteriosa ciencia que se oculta bajo sombras
Ojos color nostalgia
Reflejo engañador
Que haces mujer?
Que pretendes?
Más bien, ya calla mis pensamientos con tu hálito de olvido!

Jonathan E.

Confesión a una piedra indiferente

Confesión a una piedra indiferente

Prematuro corazón puesto en cautiverio,

Auto privado de andante libertad

Aprisionado en barrotes carnosos contraídos bajo el infame destino

Corazón soliviantado como angustioso animal confinado

Por consiguiente;

Catorce años tomando miradas de las cuales fabricaba veneno

Apartándose, automarginándose

Endulzando su propio destierro en hostigoso silencio

Producto de mi temeroso infante negado a crecer

Pues indirectamente la culpa la he hecho tan mía como le sentí alguna vez

Alguna vez digo porque tarde creo ya es

Y en silencio de hojas de otoño

El viento susurra a mi lado

Y yo frente a ti, pero tú en eternidades frente a mí

Nadie sabe donde estas

Nadie sabe si volverás

Ni la vida en verdosa textura que crece frente a ti, sabe de ti

Terriblemente aquí no estas

Sin embargo aquí estoy frente a ti

Pero tú en eternidades frente a mí

Aquí estoy consolando mi corazón,

Meciéndolo en la mas hermosa mentira con sus cabellos de ilusión

Más en lo profundo de mí

En esa no-alma, en las profundidades eternas, tal cual vacío abismal

Que siquiera en milenios ha de ser llenado

Donde las paredes son la esencia del yo

Ahí existe un pequeño “perico, un flacucho perico”

Un niño que a ratos solo pide una roñosa manta para cubrirse en la inmensidad de la penumbra

Un niño que clama por un embalsamado engaño en forma de vela llameante y candente

Para Tan solo que ilumine su estancia inmortal eterna y cíclica

Aun frente a ti, y tu en eternidades frente a mi

Aun sigo aquí, sin embargo no estas aquí

Jonathan E.